17 | 09 | 2020

Mindfulness y manualidades: Medita en movimiento

Tejer, bordar y jardinear son sólo algunas de las actividades que verdaderamente conectan mente y cuerpo.

Las manualidades son algo que hacemos desde muy pequeños, cuando nos dan libros para colorear y tijeras sin filo para recortar; pero eso que empieza siendo una inocente recreación para estimular la psique infantil es algo que deberíamos seguir practicando toda la vida.

Para muchos, sin embargo, puede que las manualidades no sean sino una actividad para niños, o incluso –y no sin un toque de machismo encubierto– “cosas de mujeres”.

No obstante, los mundos de las manualidades, y en específico las artesanías, están ahí para quien quiere verlos y conocerlos. Y no sólo se pueden hacer infinidad de objetos útiles y personalizados, sino que podemos mejorar nuestra salud al realizar estas actividades.

Al hacer manualidades o artesanías obtenemos un estado psíquico único, llamado flujo.

En psicología se conoce como flujo a un momento inmersivo, donde la mente logra concentrarse 100% en la actividad que se ejecuta. Tal concepto fue acuñado por el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi en 1975, y desde entonces se le ha prestado atención a las actividades donde se presentan experiencias de flujo y se han estudiado a profundidad sus beneficios.

Manualidades como tejer, bordar, el modelado, el origami o la confección son algunas de las actividades que nos permiten experimentar el estado psíquico y físico del flujo.

Por ser una manera de experimentar el flujo y, por ende, de conectar cuerpo y mente, las manualidades constituyen una forma de meditación en movimiento. La clave en este tipo de meditación no es borrar todo pensamiento, sino encontrar equilibrio y paz mental a través de la actividad corporal.

El caso del tejido ejemplifica perfectamente esta intensa conexión mente-cuerpo y los estados a los que se puede llegar practicando manualidades.

Por eso es que tejer es una de las manualidades cuyos beneficios para la salud mental han despertado más interés en la comunidad científica. Diversas investigaciones recientes destacan que, para quienes tejen, el alivio de la ansiedad y el estrés se halla en poder hacer una actividad que los desconecta de los asuntos personales.

Beneficios adicionales

  • Relajación rápida y prolongada
  • Felicidad –se libera dopamina y serotonina–
  • Sentido de logro
  • Mayor confianza y autoestima
  • Mejoramiento de habilidades cognitivas
  • Mejoramiento de habilidades manuales

Además de estos beneficios –comprobados en decenas de investigaciones–, también se ha demostrado, científica y empíricamente, que hacer manualidades ayuda a disminuir síntomas de estrés postraumático, e incluso trastornos tan complejos como la anorexia.

La confección, por ejemplo, ha ayudado en el tratamiento de la fatiga crónica, al ser una actividad más diversificada que otras, mientras que los colores usados en el quilting –que además es una de las manualidades menos conocidas y más hermosas– tienen un impacto emocional sumamente positivo.

Si quieres meditar en movimiento, ¡suma las manualidades a tu rutina! Y si eres hombre, aprovecha para romper estereotipos y ejercitar tus capacidades de autotransformación atreviéndote a hacer manualidades –como los hombres tejedores de Chile–.

Pon manos a la obra. Conecta mente y cuerpo.

(Artículo original de www.ecoosfera.com)


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